Municipio de Paraiso, Barahona, Republica Dominicana
Historia
Origen, Evolución y Desarrollo del Municipio de Paraíso.
El origen de la comunidad de Paraíso, se remonta a la época del 1840, aunque algunos pobladores la ubican para el año 1863.
Cabe destacar que antes de nuestra independencia nacional, este lugar estaba poblado por nacionales haitianos, los cuales habitaban principalmente las lomas de este lugar y que ellos mismos Nombraron en su lengua patuá o creóle como Susamitán, Quilembé y Petit Banán, lo que hoy en día se conoce como la sección de Ojeda, Barrio Nuevo y San Rafael. Para la época del 1863, llega a la común de PAGADI.
un señor de nacionalidad española de nombre Juan de Medina del Toro, el cual estaba casado con una neibera de nombre María Medina, esta era hija de Adelaida Nazario, la cual era oriunda de Neiba. Juan Paradís tuvo ocho hijos y cincuenta y ocho nietos, siendo unos de sus hijos Florencio, Pedro y Piantonio Rusio, el cual era el papá de Pasito Pote.
A parte de estos también hubo una serie de personas que inmigraron hacia este lugar, atraídas por la belleza y exhuberancia de su vegetación; lugar propicio para la agricultura y el corte de madera preciosa. Después de Juan Paradís y María Medina radicarse en Paraíso empezaron a llegar otras familias como los Acosta, los Carrasco, los Díaz, Los Matos y los Féliz.
Estas personas junto al español y la neibera se constituyeron en los primeros pobladores de esta comunidad. En lo más adelante la comunidad fue alcanzando su desarrollo en lo económico, social, cultural y político. Con la llegada de personas de una visión más avanzada, tomando como marco geográfico esta tierra, estos pobladores levantaron el pequeño poblado al frente del mar Caribe, en la parte Sur, cerca de la desembocadura del río Nizaíto, hasta el día de hoy el poblado se mantiene en el mismo lugar de origen, rodeado de una belleza natural que le proporciona el verdor de sus elevadas montañas, cual centinela que aguarda pacientemente la voz audible de la madre naturaleza, convirtiendo a dicho poblado en un verdadero Paraíso terrenal.
El aspecto pintoresco de esta población y su espesa foresta se destacaba en forma tal, que mucho antes de iniciarse la población, durante la vigencia del tratado de Basilea, un Marqués francés, desde un buque situado en alta mar, observó esta zona orográfica y recibió una impresión tan grande por su belleza que exclamó: ¡Lo que mis ojos han visto parece ser un Paraíso!.
Esto motivo según informes que en el año 1943, el Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo, designara una comisión de juristas, integrada por los doctores José Rijo quien se desempeñó como consultor jurídico de la policía nacional, Rubén Suro, el cual fue miembro de la junta central electoral, y la doctora Cáceres.
La indicada comisión, tuvo como misión, caminar la zona Sur, desde la provincia de Azua hasta Pedernales, después, la misma rindió un informe al “Jefe» fruto del cual mediante la ley # 229 del mismo año, el poblado de Paraíso fue elevado a la categoría de distrito municipal, consignado en el artículo 6 de la misma ley, siendo bautizado con el nombre de Paraíso, en alusión a su belleza orográfica. Paraíso se convirtió en aporte económico de mucha importancia para la nación, con sus plantaciones de café, yautía, ñame, plátano, yuca, guandules, habichuela, cítricos y otros productos, los cuales dieron lugar a que muchos de sus habitantes se dedicaran por completo a la comercialización y cultivo de esos productos.
Juan Paradís del Toro, hombre de característica física, indio, debido a la pigmentación del sol, cuerpo espigado, de cabello lacio y negro; gozaba de admiración y respeto dentro de los pocos habitantes que poblaban la comunidad, por su abnegada dedicación al trabajo honrado que siempre ha caracterizado a los hombres y mujeres de esta tierra. Dentro de sus proles podemos mencionar a José Paradís y a Piantonio Rusio.
A parte de Juan Paradís, podemos mencionar algunas personalidades que inmigraron al junto de este a esta comunidad en busca de un mejor sistema de vida para ellos, como fue el caso de Piantonio Rusio, Pipía Bobo, quien era esposa de este; Nenena Sergia mujer de carácter afable y bondadoso, querida por todos por su don caritativo de prójimo a cambio de nada. Para esa época, la sociedad no se encontraba dividida como ahora, existía una relación de hermandad donde todo lo que había era de todos y nadie le negaba lo que tenía a su vecino; existía una relación de trueques entre los habitantes, como lo narran nuestros antepasados, era el tiempo de “Ninganinga», donde se amarraban los perros con «Longanizas”, término que se utilizaba para recordar la prosperidad económica de ese tiempo.
La agricultura, la crianza de aves y animales representaba el renglón principal en la producción y el avance económico de este pueblo; de ahí depende la justificación para el uso del intercambio de productos o trueques, el dinero tenía un orden muy particular en la compra de productos de manufacturación. Desde sus orígenes, Paraíso fue un poblado que se caracterizó por su hospitalidad para con los forasteros.
Sus calles eran todas adornadas de verdes gramas las cuales daban un aspecto natural y típico a esta villa, como le llamaban algunos a esta población. Sus casas, todas ellas de aspecto Patriarcal, acogían en su interior la incontable cantidad de hijos e hijas, los cuales a pesar de la edad subyacían en el seno de la familia.
Sus casas tipificaban el verdadero campo, en las mismas no podía faltar el tradicional conuco en el patio, y las matas de cítricos (china, limón y naranja), las cuales eran convertidas en jugo con la tradicional agua fría de la tinaja, la cual hacía el papel de la “nevera» de aquellos tiempos.
Paraíso, sólo tenía dos calles, la Mella y la Arzobispo Nouel, a la cual le llamaban “El chufú», nombre que le sobrevino por la estreché de la misma, lo demás eran callejones y caminitos los cuales comunicaban una casa con otra. Al lado de las mismas estaban los tradicionales corrales o chiqueros, los cuales servían de ordeño de vacas, las mismas en su crecida ubre proporcionaban el sustento nutricional de algunas familias.
Estos se dedicaron a la agricultura y al cuidado de sus cafetales. Ya después con el tiempo empezaron a asentarse otras familias, con el propósito de labrar la tierra para el cultivo de café, cítricos, yuca, plátano, y guineo.
En el aspecto cultural, económico y social, San Rafael en los últimos años ha tenido un desarrollo vertiginoso, especialmente en el área turística, debido a su envidiable playa de ásperas arenas que contrasta con el verdor de sus árboles y la carretera que va hacia Barahona; además de sus chorreras de frías aguas cristalinas.
En el aspecto cultural, San Rafael se destaca por la crianza de gallos de pelea, donde por lo menos dos de cada familia de este lugar son aficionados a este deporte. Dentro de sus manifestaciones culturales está la pasión por el boxeo, aunque en los últimos años ha ido disminuyendo. La celebración del día de las madres, constituye la mejor tradición de la comunidad, donde cada año se realizan actos en honor a ese ser tan querido, con recitales y poesías dedicadas a las mismas, así como canciones y dramatizaciones alusivas a ese día.
En cuanto a la música, San Rafael dio sus primeros pasos cuando en el año 1981, un grupo de jóvenes formaron la primera agrupación llamada «Los melódicos”, la cual contaba con siete músicos y tres vocalistas.
Producto de la emigración hacia la capital, dos años después se desintegró dicha agrupación, algunos de sus miembros siguieron estudiando en la academia de música «Santa Cecilia”, bajo la dirección del profesor Simeon Melecio Recio (viejo món).
Sus integrantes fueron:
Luciano Ferreras, Danilo Féliz, David Féliz, Joven Brito,
Juan de Dios Brito, Bienvenido Guevara, entre otros. En el aspecto religioso, a pesar de ser una comunidad pequeña, en San Rafael proliferan varias iglesias, casi todas de índole protestantes, dentro de estas están la adventista, iglesia de Dios Pentecostal, Asamblea de Dios, iglesia de Cristo y la católica.
En el aspecto turístico en los últimos años, San Rafael se ha destacado como uno de los destinos turísticos más visitado de la zona Sur. Su playa de azul intenso se pierde con la inmensidad del cielo azul, el cual contrasta en un rejuego natural con las montañas escarpadas que adornan su río de frías aguas cristalinas.
En las partes más abruptas de las montañas el visitante puede disfrutar de las majestuosas cascadas que deslizan sus brumales aguas hasta verterlas en el inmenso mar. Otro atractivo turístico de San Rafael, lo constituye el mirador de ese mismo nombre, el cual ofrece al visitante una vista panorámica de la belleza que prodiga esta zona dotada por el creador de los mayores encantos que puede poseer esta región Sur.
En el aspecto educativo, la educación en san Rafael, aparece a finales de la década de los 40, siendo un poco sedentaria.
Esta consistía en el traslado de los estudiantes a diferentes lugares como Paraíso, Enriquillo y Barahona, esto se debió a que la matrícula estudiantil era muy reducida. Con el tiempo se construyó una frágil enramada, la cual estaba lo más cerca posible de donde se concentraba la mayor cantidad de personas de la comunidad.
El primer profesor enviado a San Rafael fue Braulio Castillo, nativo del municipio de Enriquillo, quien para la fecha dominaba territorialmente y administrativamente a Paraíso. Luego con el paso del tiempo la escuela fue trasladada al sector de «El naranjal», esta era una edificación de buena estructura, fabricada por el gobierno de Trujillo, la cual contaba
Cultura
Acosta, en el balsié, Martín Acosta (Quevedo), en el balsié, Silvestre Carrasco (Colorao), en el balsié. Estos munícipes eran diestros músicos en el pri-pri y la mangulina. Eran los
encargados de amenizar los bailes y veladas que se realizaban esa época. Por su condición de músicos, estos eran admirados Aspectos culturales del municipio de Paraíso a cultura es el conjunto de conocimientos, estructuras sociales, religiosa, y artística, adquiridas, las cuales caracterizan a una sociedad.
Paraíso ha sido uno de los pueblos pertenecientes a la provincia de Barahona que ha tenido en los últimos tiempos un desarrollo vertiginoso en el aspecto cultural.
En cuanto se refiere a cultura, es bien sabido que mientras las ciudades son más grandes, ya sea por deber, roles sociales, o por rasgos culturales, tienden más a la formación que el pueblo pequeño; aunque a la vez resulta que ciertos fenómenos en campos estrechos como los nuestros, van a la par con la formación social o genética de un pueblo; pero sí sabemos que la cultura es la manifestación del arte en la sociedad.
Con estas palabras hago una breve introducción al aspecto cultural de nuestro municipio.
Paraíso, ha sido uno de los pueblos que desde sus albores ha sabido cultivar una cultura en todos los aspectos de la vida social.
En cuanto a la música, los primeros músicos nativos de Paraíso en el renglón típico fueron: Candelario Matos (lato), en el acordeón, Ambrosio Matos (varón), en la flauta, Rodolfo por hombres y mujeres. Melódicos y románticos de la talla de Crecencio Cuevas, Luego con los años fueron apareciendo músicos Joaquín Leger, Luís Mañán, David Vidal y José Cheché (Camellón); estos se destacaron en la guitarra, aunque eran acompañados en la tambora por Ricardo Matos Marmoléjos, y en la güira por Jorge Acosta (Jorgito), quien también era vocalista. Para el año de 1952, llega a Paraíso el primer maestro de solfeo, de nombre César Winter Resí, el cual empezó a enseñar de manera didáctica a los primeros alumnos de esta naciente escuela de música. Este maestro duró poco tiempo en el servicio; a este le sustituye el profesor Manuel de Jesús González (Manolo), el cual da continuidad a la obra dejada por el primer maestro de la academia de música César Winter.
En el año 1956 llega a Paraíso un tercer maestro de música de nombre Alfredo Santana (Cafecito), éste llega con un espíritu de entusiasmo, el de enseñar a sus alumnos con
el propósito de en lo más adelante formar una banda de música. Fueron tantas las motivaciones y los esfuerzos realizados por este insigne maestro, que sus alumnos no tardaron en aprender el solfeo y el dominio de un instrumento musical.
Ese mismo año queda formada la banda de música, siendo sus primeros integrantes: Onésimo Acosta Matos, Manuel Osvaldo Leger, Crecencio Cuevas, Víctor Acosta (Víctor Malaco), Pedro Julio Carvajal, Miguel de los Santos Matos (Miguelito), Simeon Melecio Recio (Viejo Món), Guaroa Moreta, Mario Augusto Aponte, José Aristóteles Aponte, Ignacio Adonis Moreta, Arturo Méndez hijo, Arcenio Báez (Calé), entre otros.
Esta banda de música iniciaba sus conciertos todos los domingos en el parque del pueblo, que para esa época era un centro rodeado por una grama verde, con una mata de naranja en el centro.
Todos los domingos, los lugareños se daban cita en entonadas por los instrumentos de viento, cuerdas y percusión, los cuales armonizaban las notas de dichos instrumentos.
festivos, con el propósito de embellecer los días patrios. con el tiempo, estos conciertos se hacían también en los días.
Cave destacar que para ese tiempo la comunidad de Paraíso no contaba con otro medio de diversión, sopena los famosos bares de Daniel por feo y Gualupino.
Después con los años apareció el famoso «Lontano bar.» de Carlos Rubio (Carlos mamacita), este centro de diversión acaparó la atención de toda la comunidad por varias razones: Primero el bar estaba ubicado en el centro del pueblo, segundo el parque le quedaba al frente, y de esa manera los que iban al parque no resistían la tentación de entrar a ese lugar, y tercero su dueño no perdió la visión de adornar o ambiental el lugar con bellos y coloridos paisajes que no dejaban de llamar la atención al que entraba allí.
Recuerdo en mi niñez, siempre que iba a ese lugar, no porque era atraído por la música o por el licor, sino porque los paisajes y los cuadros dibujados allí despertaban en mí una
admiración y apego hacia la pintura; recuerdo que cada vez que yo miraba uno de esos dibujos me decía a mí mismo: -¡Si yo aprendiera a dibujar de esa manera !Pues de esa forma fue creciendo en mí una inclinación por la pintura, y mi visita a dicho lugar se iba convirtiendo en una obsesión.
En el año 1985, fui contratado por un «buscón» de una casa licorera que no vale la pena mencionar su nombre; el propósito era para que yo le restaure algunos de esos dibujos,
por el tiempo que tenían, ya habían perdidos su color y belleza, recuerdo el cuadro de esa águila imperial desatando la malla de una botella de Brugal, la misma hacía un rejuego de tonos con el fondo del centro, la misma había sido pintada por un cabo de la policía nacional, el cual estaba de puesto en el cuartel que estaba al frente del parque municipal. Mientras restauraba esos cuadros o “Viejos dibujos», me decía: -¡Quién lo va a creer, que un sueño de un niño hoy se convierte en La satisfacción de restaurar esos dibujos, fue más
emotivos para mí, que el mismo preciado metal, ya que dicho «buscón», se alzó con el santo y la limosna hasta el día de hoy.
Luego con el tiempo del Lontano haber estado funcionando llega a Paraíso un munícipe de nombre Lorenzo Carrasco, el realidad! cual residía desde hace varios años en la ciudad de Barahona, este funda un nuevo bar, cerca de la periferia del parque, cuyo señor le pone por nombre a dicho bar “Barra el Pando”. Para esa ocasión llega a Paraíso una misionera del cuerpo de paz de los Estados Unidos, de nombre Rebeca, esta pregunta por el nombre de dicho bar a un munícipe, a lo cual él le responde: La barrapando, al oír ella dicha expresión exclamó: -¡Dios mío! -¡Como es posible!, oye que nombre más feo le han puesto a ese lugar… «La barrapando», de ahí en adelante ese lugar fue bautizado con ese nombre.
Ese bar trajo como resultado el equilibrio social dentro de los pobladores de esta comunidad, ya que, las personas de Guatombé como se sabe eran rechazadas socialmente por las personas del centro o pueblo abajo, de esa manera dichos compoblanos encontraron un espacio dentro de la sociedad, tanto los del centro como los de pueblo abajo frecuentaban «La barrapando», y de esa manera se fueron rompiendo las barreras sociales, y por qué no decirlo, las barreras raciales…
Recuerdo la historia de una señora, la cual le gustaba frecuentar ese lugar todas las noches, ella se iba a bailar, a veces dejaba a sus hijos encerrados en la casa, cuando no, los dejaba donde una vecina, lo cual se repetía casi diariamente. Ella se llevaba al marido, el cual por cierto defecto físico sequedaba parado detrás de las tablas de dicho bar, observando por una abertura a su mujer bailar con otros hombres, y él, simple consuelo de que ella de vez en uando se le acercaba para llevarle un vasito de refresco, el cual servía como pago por entregar a su mujer en brazos de otros hombres.
Esto trajo corrompida, basada en el irrespeto del forjamiento de un hogar totalmente desequilibrado alusivo a la música de entonces a destiempo el desvirgamiento de sus niñas, las cuales vieron en su madre una conducta maestra de una enseñanza bajo el estribillo: “A que no me quema ese papelón»…
Turismo
Submarinismo. Sus transparentes aguas, repleta de vida marina, conforman un impresionante espectáculo natural para los Paraíso, un lugar como su nombre lo indica I pueblo de Paraíso, de inigualable belleza natural, de condiciones inmejorables para la práctica de los amantes de este deporte.
Paraíso se muestra como la suma de playas, rocas, arenas y bosques de montañas, donde todo se complementa sin dar a conocer por separado lo que afortunadamente tiene
en su conjunto. Al sumergirse en esta costa, el submarinista encuentra un museo biológico que se descubre en un maravilloso espectáculo visual.
Paraíso es un destino cercano, ignorado y olvidado. Reúne las mejores condiciones para el buceo durante todo el año. La mayoría de los ríos de la región son de curso corto, ya que las montañas llegan hasta la misma costa (el río Los Patos que apenas recorre unos 50 metros antes de desembocar en el mar Caribe).
El de mayor longitud es el Nizaíto que, junto a sus afluentes Cortico y Sito, determina una cuenca hidrográfica orientada Este-Oeste y que constituye una de las principales características del Bahoruco Oriental.
Otros ríos de la zona son el Palomino (Que abastece de agua a la ciudad de Barahona), San Rafael y Los Patos. Estos dos últimos constituyen atractivos turísticos debido a sus aguas cristalinas de temperaturas frescas, donde las personas pueden bañarse sin dificultades.
La vía panorámica Mirador de Paraíso parte desde Barahona y llega hasta Los Cocos (poco después de Enriquillo),
con una longitud de 60 kilómetros. La playa Paraíso, con una arena áspera y fuertes oleajes que pegan contra el acantilado, es en sí misma un espectáculo impresionante, por la majestuosa bravura del mar.
En cuanto al turismo, merece una atención definida en esta región. En la zona es notoria la presencia de familias haitianas que realizan trabajos de índole agrícola, muchos de los cuales residen en las lomas de Paraíso, mientras que otros nacionales haitianos de mayor solvencia económica, así como extranjeros de otras nacionalidades vienen a vacacional por varios días a los hoteles de la zona como el Hotel Paraíso, Bahoruco Beach Resort, las cabañas turísticas Casa Bonita y Pontevedra. Es necesario que la dirección de turismo establecida en la ciudad de Barahona, tenga mayor atención y apoyo inmediato por parte de la Secretaría de Estado de Turismo SECTUR, ya que en cuanto a este renglón esta zona ha sido olvidada por todos los gobiernos que han surgido en nuestro país hasta la fecha.
Creo que si esta zona recibiera un mejor y mayor apoyo por parte del Estado, nuestros habitantes podrían mejorar su situación de vida, ya que nuestro pueblo reúne las condiciones naturales para incursionar en un verdadero turismo de playa, sol, ríos y montañas.